lunes, 12 de septiembre de 2011

CRÓNICAS DOMINICANAS V

EL RESORT

Antes de ayer estuve en el primer resort en mi vida.
Para los que no los conozcáis, se tratan de complejos hoteleros turísticos con grandes edficios ubicados junto a playas paradisíacas destinados al ocio, disfrute y placer de turistas o visitantes y con toda suerte de oferta lúdico.festiva y espectáculos varios.

En RD, es una forma más de diversión. Incluso es un modo muy deseado de descansar o irse de vacaciones entre la gente del pueblo. Se ahorra un chin de dinero y se acude una vez al año o una vez en la vida. Sería lo más parecido a irse a Salou para nosotr@s.

Mi llegada fue algo casual. Fui a un pequeño pueblo en el Este del país. Mi intención era la de hacer una inmersión en un lugar lo menos turístico posible, asi que busque en la muy europea guía trotamundos (una forma también muy europea -y muy lamentable-de conocer los lugares), y me dirigí hacia alli.

Cuando llegué a Bayahibe, encontré una avenida llena de edificios de cemento con grandes muros y una gran cantidad de carteles con normas y prohibiciones (también muy europeo), indicando todo lo que no se podía hacer, demarcando los límites del territorio de los complejos (realmente son muy complejos).
En medio de una difusa mezcla de sensaciones de desazón, naúsea y frustración, me introduje en una calle peatonal (muy europeo también, en RD normalmente se puede llegar en vehiculo hasta la puerta de cualquier lugar), y pregunté por el pueblo.

En mi trayecto, me asaltaron dos mujeres pidiéndome cigarrillos, no no fumo dije. Y un muchacho ofreciéndome droga o cualquier cosa que pudiera necesitar. Ya he llegado al mundo CIVILIZADO pensé y respiré aliviado.
Conocí a un hombre de 70 años que chateaba sin pudor con muchachas de 17 y me rebajaron una oferta de una escursión desde los 80 a los 40$ solo por ser cooperante y sin regatear.

Seguí las indicaciones recibidas y llegué al pueblo donde encontré una cabaña por unos 15€.
Me puse el bañador y me dirigí a la playa para comer algo y ubicar un centro de buceo.
Pregunté en varios de ellos pero ninguno me ofrecía una inmersión simple y sencilla sin comidas ni excursiones incluidas, asi que me dirigi al resort donde se encuentra un centro de buceo.

Observé la bahia, gran parte de ella está ocupada por embarcaciones de recreo, y de pesca.
Seguí caminando y llegué a la altura de un cartel que indicaba que a partir de ese lugar, habia que llevar anudada una pulser en la muñeca para acceder al parque. Qué parque?? dije yo para mis adentros, Asi que continúe. Atravesé una zona militar (al parecer protejen a la población nativa del ataque indiscriminado de los vikingos europeos, si no es asi deberían) y llegúe am una zona donde grupos de blancos llegaban caminado para darse la vuelta asustados (pensarían que los iban a comer los caníbales digo yo(, era el resort. EL centro de buceo estaba cerrado. Gente atadas por gomas brincaban en diversas atracciones, y cuatro nadadoras sincornizadas bailaban entre la superficie y el interior del agua de la piscina. La gente las miraba atenta. Yo me pregunté si algun@ de l@s que estaban ahi, habría pagado alguna vez por ver a 4 nadadoras bailando sincronizadamente en el agua. Sin saberlo, lo estaban haciendo.

Sin vigilancia, me introduje un chin más y me acomodé en una tumbona. Pensé en comprobar si sin pulsera podría tomarme un algo y pedí por favor una bebida a un camarero que diligentemente me la trajo. Tras esto regresó y comenzó a mirarme muy fijamente a la muñeca buscando algo que no encontraba.... En ese preciso instante, su superior lo llamó y tuvo que atenderlo. Pensé que ese era el momento idóneo para abandonar mi pequeña fechoría y me fui cautelosamente de alli, riéndome para mis adentros.

Prometí no pagar por la experiencia y no os preocupèis no volveré a irme sin pagar de ningún lado.

Espero no traicionarme, un beso desde la bella quisqueya.

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